Parece feliz. Siempre sonríe en las fotos y se ríe por cualquier tontería. Quién diría que solo es un bonito disfraz, una máscara que oculta la realidad. No deja ver a esa niña triste y asustada.
Cada noche mil tormentas inundan su cabeza. Caen ríos de su pequeña mirada y de su corazón ya no queda nada. Parece que un tornado se lo ha llevado.
Es lo que pasa cuando entregas hasta las entrañas, cuando el de rojo se lleva tu alma.
Pero ella sigue en pie, riendo y bailando. Aunque como dice la canción: es difícil bailar con el diablo en tu espalda.