Esta es la historia de alguien que no suele contar las
suyas. Es de las que piensa que los sueños que se cumplen son los que se
mantienen en secreto, pero qué pena que junto a sus sueños esconda los miedos.
Con lo bonito que es sacarlos afuera y mostrarse vulnerable y humana.
Lo que la gente no sabe es que en un pasado no tan lejano
dejó sus monstruos al descubierto con la persona equivocada. Quedó desarmada y
desvalorizada como un puzle al que le falta la última pieza. Le cortó las alas y
la ilusión de un solo golpe. La llenó de inseguridades y desconfianza
convirtiendo su interior en una roca.
Pero lo superó. Resurgió de sus cenizas como un fénix.
Volvió a su vida con más fuerza que nunca. Dejó de poner su
confianza y su autoestima en el resto y empezó a pensar solo en ella.
Ahora se muestra fuerte y empoderada a pesar de llevar todos
los temores tras su espalda. Solo desea, algún día, dejar atrás esa mochila
para arriesgarse a vivir de nuevo.