Un lugar monocolor lleno de emociones.

sábado, 25 de abril de 2020

No siempre hay calma tras la tormenta


El tiempo se agota. Se escucha tu nombre en el aire. El fuego resbala por las paredes. Mis dedos se enredan en tu pelo. Sentimos esa descarga eléctrica que nos lleva a tocar el cielo y caemos.
Pulmones sin aire, piel húmeda y los cristales empañados. La oxitocina se libera por el espacio dejando dos cuerpos extraños hacerse uno.
Y, tras este ciclón de emociones que ha arrasado con la habitación, los dos se preparan para la próxima tormenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario