Él

Tiene una mirada que cautiva, unos ojos pardos que te hacen desear conocerlo un poco más.
Su metro ochenta es la excusa perfecta para llamarme enana y besarme la frente cuando tengo un mal día.
Te hablaría de su sonrisa, pero soy incapaz de describir los nervios y las ganas que esta provoca.
Esa tonta manía de volverse loco pensando y hacerse un lío con todo es exasperante y lo más divertido que he visto.
Le gusta enseñarme música que solo él conoce y probablemente no lo sabe pero, cuando escucha algo que no le gusta, arruga la nariz y me mira con la cara más tierna del mundo. Yo, mientras, solo quiero que hagamos nuestra propia música bajo las sábanas.
También le encantan las duchas calentitas conmigo besándole la espalda.
Siempre sabe cómo sacarme una sonrisa, ya sea con su larga lista de chistes malos o con una guerra de cosquillas.
He de reconocer que me ha convertido en friki y fan loca de sus abrazos por la espalda, de sus rizos afro, de su risa contagiosa, de sus caricias y de mil cosas más que no contaré porque son solo nuestras.
Sé que tiene defectos como todos y que no es perfecto, pero que sea mi desastre lo hace perfecto para mí.
Llena de positividad el mundo y hasta en los días más grises sabe cómo sacarle un poco de color.
No es nada tímido, pero se sonroja con cualquier cumplido.
Es mi chico sencillo, no necesita restaurantes de lujo, ni ropa de gala. Se conforma con noches de pelis, comida china y muchos besos de postre.
Es puro corazón. Así es él.

Lo que viene mañana

Ya está todo listo.

Tengo la esperanza puesta y la ilusión bien amarrada. Solo me falta tu nombre en la libreta y el mío en tu cabeza.

Mis ganas de encontrarte batallan con la cobardía de huir, pero de momento me supera el querer verte.

Mi sonrisa enseguida encaja con la tuya como un perfecto puzzle. Mis ojos llevan extra de purpurina para que brillen cada vez que me llamas enana.

Después de mil risas y caricias me voy con el corazón preparado para lo que viene mañana.

Depende de cómo lo mires

Estoy perdida en este laberinto. No hay salida, solo piedras en el camino.
El mundo gira y no espera por nadie, pero sabe que yo llevo mi propio ritmo.
Ya está puesta la vieja gramola y la música suena aunque yo busque otro compás.
No soy como el resto. Me gusta llevar un paso diferente, levantarme con el pie izquierdo alguna vez y cruzar la mirada con un precioso gato negro.

Quizás por eso no encuentre la salida, pero no me importa porque ahora las piedras me acompañan.

La belleza de la mujer

Soy mujer de altos vuelos, de arriesgarse y coger el toro por los cuernos.
Soy mujer luchadora, de matar con palabras y demostrar con inteligencia.
Soy mujer soñadora, de esas que viven en libros pero son muy reales.

Soy mujer de emociones, de reír llorando y llorar riendo.

Soy mujer de mundo, de culturas y de pasiones.
Soy mujer de color azul, de motos y de altas velocidades.
Soy mujer de locuras, de bailar hasta el desayuno y comer chocolate sin arrepentimientos.
Soy mujer libre, feliz y orgullosa de serlo.

Grandes despertares

Hoy me he levantado con ganas de ser libre, de correr descalza y gritar al cielo.

Me he levantado queriendo sonreirle al mundo y nadar desnuda en medio del mar.
Deseaba cantar por las calles y bailar con cualquiera que se cruzara conmigo.

Me desperté soñando con un mundo sin normas, donde ser yo.

Refranero particular

Dicen que donde caben dos caben tres, pero yo soy de las que piensa que tres son multitud y que solo te necesito a ti para completar mi refrán. Sí, ese que dice: a donde el corazón se inclina, el pie camina; y cariño, mis pies corren en tu dirección como si fuera el único camino existente.
Cada cabeza es un mundo y tú ocupas el mío al completo. Te tengo presente en todo momento, bueno, y espero que en el futuro también.
No me preocupan los días grises, sé que a mal tiempo, bonita es tu cara. Esa carita capaz de volver a encender el sol y reconstruirme de mis pedazos. Si es que yo estoy rota y tú eres un descosido, somos la combinación perfecta.

Dicen que siempre te vas a la cama sabiendo una cosa más y yo esta noche solo sé que te quiero todavía más.

Mil y una sonrisas

Me gritas y me das mil razones para irme.
Te vas y me dejas con mil decepciones.
Me ignoras y me surgen mil preguntas sin respuesta.
Te enfadas y tus palabras llenan mi cara con mil lágrimas.
Tu falta de interés hace que te odie mil veces, pero luego apareces con un perdón entre los labios, una mirada dulcemente arrepentida y me sacas mil y una sonrisas. Y es esa pequeña sonrisa de más la que borra todo y deja el pasado atrás.

Así de simple

¿Te importa que me quede? Hace frío fuera y solo tú me das calor. 

No. No vengo a mendigar amor a nadie, con un polvo me basta. ¿Qué soy fría? Bueno llámalo como quieras, aunque yo prefiero decir "simple". Sí, simple. Quiero decir... sin sentimientos no te complicas, por eso es "simple". Crees que si me quedo acabaré cayendo como las demás pero tranquilo, será solo una noche y para tu desgracia yo no soy como las demás. Tú las utilizas y yo te utilizo a ti, así de "simple".

Esa vela rancia

Ahí me tienes, consumiéndome con cada recuerdo, quemándome con cada pregunta sin respuesta... y te hartas. Te hartas de todo y de mí... y me apagas. Me apagas como a esa vela rancia del salón que ya no desprende tu olor favorito porque yo ya no desprendo el cariño que tú buscas. ¡Deshazte de mí! ¡Apágame y tírame! Ya sabes que esta vela rancia no brillará por ti.

Nuestro jardín

El tiempo pasa y me marchito. 

Sé que pronto caeré, pero la espera puede conmigo. 

No sé si hoy o mañana pero algún día me dejarás caer al vacío.

Y ahí estaré yo, cayendo lentamente como una hoja teniendo la esperanza de que me recojas, pero no lo harás, lo sabes. Porque...¿Qué es una simple hoja en este enorme jardín?

El espectáculo de mis lágrimas

Me estoy ahogando. Este mar de lágrimas se cuela en mis pulmones y me ahoga.

Con la poca voz que me queda te pido ayuda y tú, desde tu perfecta zona de confort, me miras con esa mirada soberbia y te ríes con esa sonrisa cínica que algún día me gustó. Me ves hundirme y no haces nada, creo que prefieres quedarte a ver el espectáculo.

Error de fábrica

Mi corazón no late. Parece que se ha desajustado una tuerca del reloj que marcaba su compás.

Mi sonrisa no brilla. Se habrá fundido alguna bombilla.

Mi conciencia no habla. Será que ya no sabe distinguir el bien y el mal.

Mis ojos no se agrandan. Supongo que ya nada les sorprende.

Mis sentimientos no funcionan. Estará roto el interés. 

Mis ganas se han agotado. Quizás las pilas estén gastadas.

Mi ser ya no sirve porque todo lo que lo formaba se ha destruído.

Debe ser un error de fábrica.

Papel a tu merced

Sigo siendo un títere de papel, manejable y fácil de romper. 

Todos nos movemos al compás de algún cabrón, a mí me manipulas tú. Me llevas en tu dirección como si fuera atraída por un imán. Me usas a tu antojo, te ríes, te diviertes y luego cuando te aburres solo te basta con arrugarme hasta convertirme en una bola de sentimientos y recuerdos. Entonces me tiras lejos a un lugar frío y vacío donde solo quedaré yo, un triste títere de papel mojado y hundido.